Abrasas y ardo,
ardientes ardides
arrebolados. Arreciar,
arremetiendo, arrojando,
arruinando arrobas
arropadas allá arriba,
allá donde halla
leña chimeneas
que arden, que abrasan,
que arremeten a espadazos
hasta el centro de mi ombligo.
.
Cillán M.
1 comentario:
Se despierta mi mente con tu paseo por ella, de repente, allí apareces, una, dos, tres, nueve, once y veintidós ocasiones de arrancarme la carne de las costillas y ponerle música a mi respiración, tu alma, tu voz, ella es, ella es tú y ello, el hilo musical de los días de mayo, madriguera de esperanzas, no esperas, de juegos, no obligaciones, haciendo malabares con palabras y aes, me siento niño en un atardecer constante, repaso mis puntos cardin(corpor)ales y descubro el seseo en el lápiz de Miguel Ángel. Que no vivan insectos en tu cabello, salvo yo; que arda todo en este mundo, menos tu ombligo.
No es más necesario alimentarse que verse.
Te.
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Burbujas de pez